Desde que Napoleón III y Eugenia la eligieran como destino, Biarritz empezó a disfrutar de una gran reputación internacional debido a su balneario. La antigua ciudad de pescadores se transformó en un conglomerado moderno y lujoso. Allí, las familias de más alto linaje construyeron sus palacios, el eclectismo triunfó y, aunque los caprichos arquitectónicos ya no sorprenden realmente a nadie, la residencia que se eleva sobre los acantilados con vistas a España causa más curiosidad que nada en este mundo... Los obreros recibieron la orden de guardar silencio y el arquitecto Gustave Huguenin trabajó bajo la más estricta confidencialidad.
¿Qué encontramos del lado de la colina de Handia? El propietario, digamos, "original" ordenó cercar las 60 hectáreas de su hacienda mediante dos hileras de alambre metálico galvanizado. Al parecer, el hombre era singular y autoritario... No quería que nadie le molestara y menos, tener que hacer recepciones. Por otra parte, él nunca frecuentaba los salones ni se sometía a los deberes mundanos que su rango y fortuna le exigían. Construyó un mundo a su medida para disfrutarlo solo y en libertad. Pero ¿quién era él?
Gran misántropo e inmensamente rico, desarrolló una pasión impulsiva por el órgano que le llevó a atrincherarse en la solitud de sus numerosas propiedades dispersas por toda Francia.
Cuando conoce a la actriz de comedia Bian Duhamel, veinte años más joven que él, se queda embelesado. Ella, por su parte, es seducida, sin lugar a dudas, por la personalidad excéntrica del barón y por su situación económica desahogada... Al parecer, el barón se rendía a todos los caprichos de la joven, a cambio de que ésta estuviera a su entera disposición... Su relación se explica en la propia concepción de la atmósfera de Ilbarritz.
El barón de l'Espée era un hombre soñador y creador. ¡Quería vivir su romance en una atomófera impenetrable o así lo deseaba! Además del castillo, Albert de l'Espée ordenó edificar la villa de Sables para Biana Duhamel. Villa repleta de lujos destinada a alojar a su enamorada y.... a su madre.
Esta extraordinara residencia, cercada por muros, estaba unida al castillo por un pasadizo que permitía a Biana llegar cuando quería hasta la residencia del barón.
En la playa, lo primero que encontramos de sur a norte y separados del edificio principal son las cocinas y la fábrica hidroeléctrica, los baños, los balnearios de agua salada (piscinas climatizadas y baño turco) y el castillo medieval (especie de pequeño castillo neogótico).
Al este del castillo de Ilbarritz se econtraba el extraordinario comedor con vistas panorámicas, alzado sobre pilares y probablemente con una arquitectura inicial parecida a la de un mausoleo. Bajo el castillo, una gruta artificial repleta de ornamentos de gran belleza daba acceso a una fuente, lugar al que, quizás, acudían los amantes a refugiarse o a quitarse la sed...
Más lejos y de cara a España, había un puente cuya parte inferior formaba pabellones que parecían enlazarse en el vacío.
A su vez, todos estos escenarios eran lugares heteróclitos que permitían a la pareja vivir una aventura nueva cada día. Si los comparamos con las demás construcciones de Albert de l'Espée, no encontramos en ninguna de ellas esta búsqueda de confort y fantasía. Ilbarritz fue concebido como un teatro gigante, sin duda alguna ¡con la finalidad de satisfacer a la damisela!
Sin embargo, al parecer el barón obligaba a su amante a no abandonar la amurallada residencia... Desde enero de 1898, ella intentó "escaparse" en varias ocasiones para disfrutar de las veladas mundanas... Albert de l’Espée, enloquecido por la ira, ordenó que se instalara un foco gigante en lo alto del mirador del castillo ¡para vigilar la villa de Sables! Este mismo foco de efectos cegadores fue la causa del accidente de coche sufrido por la reina de Serbia... El barón encarceló a su musa y la musa abandonó al barón definitivamente ese febrero.
Además, el misterio no se encuentra sólo en el silencio que rodea a la residencia.... Algunas tardes, un estruendo sordo retumbaba desde las entrañas de la casa solariega... Un órgano, y no uno cualquiera, se trataba del instrumento más grande jamás construido por Cavaillé-Coll para un particular que vibraba al rítmo de Wagner ¡y parecía dirigir el océano Atlántico!
El castillo fue construido alrededor de esta obra de arte y atendiendo a su acústica. Por aquél entonces, dicho instrumento era uno de los florones de Cavaillé-Coll, además de disponer de las mejores tecnologías de la época: 4 teclados manuales y pedal, 78 juegos, tracción mecánica en los teclados y el pedal. Este enorme órgano fue desmontado en 1903 y devuelto a Cavaillé-Coll. En 1919, fue trasladado y vuelto a montar en la basílica del Sagrado Corazón de Montmartre.
En 1906 se sustituyó por un segundo órgano algo más pequeño, aunque más perfeccionado (fabricado por Mutin) y que actualmente puede verse en la iglesia de Usurbil, cerca de San Sebastián, en el país vasco español.
Vendido en 1911 por su comanditario, el edificio fue transformado en hospital en 1917 y estuvo cerrado a partir de 1923. En 1939, fue requisado por decisión prefectoral de los Bajos Pirineos y sirvió como lugar de convalecencia de los refugiados de la Guerra Civil española... En 1940 sirvió como lugar de veraneo de las Divisiones de Infantería de las SS que luchaban en los frentes del Este (en especial la división "Das Reich") y además, aseguraba una vigía estratégica al ocupante del edificio…
Mientras que los acantilados que van de Biarritz a Hendaya eran excavados de acuerdo con los planes de fortificación de la Organización Todt, los subsuelos del castillo de los Órganos eran tan grandes y tenían tanto hormigón e hierro que ¡no necesitaron ninguna mejora! En 1945, los miembros de las FFI que se instalaron en el castillo llevaron a cabo unas labores de mantenimiento del edificio excelentes. Todos los mármoles y carpinterías están intactas, al igual que los azulejos que cubren los 1200 m² de terrazas superpuestas de cara al Océano y a los Pirineos.
Sin embargo, tras los tumultos de la segunda Guerra Mundial, abierto de par en par desde el desastre, se utilizó como anexo de una granja y los pillajes causaron estragos.
En 10 años, el castillo fue completamente saqueado: chimenas, mármoles únicos que cubrían los 7 metros de alto de los salones del primer piso y la sala del órgano hasta su galería interior, carpinterías cuidadosamente talladas, los bronces dorados de los marcos, todo desaparecido, incluso los azulejos de las terrazas donde ahora no hay más que pavimento…
En 1958, se intenta llevar a cabo una restauración del mismo que lleva a su propietario a la ruina en 1986, momento en que el castillo, cerrado otra vez, atrae a nuevos ocupantes y ladrones...
En 2002, el edificio es recuperado e incluido dentro de un proyecto provado de restauración ejemplar aunque difícil: las estructuras metálicas, en muy mal estado, necesitan desarrollar técnicas complicadas que detienen la realización del proyecto; además, la concepción misma del edificio (¡previsto para una pareja y un órgano gigantesco!) complican la explotación del edificio...
En 2008, habitado en el presente y conservado, parece que a pesar de su apariencia de nave fantasma, este impresionante edificio ¡brilla de nuevo en la Costa Vasca!
Si quieres consultar más información sobre el tema: - "Albert de l'Espée" de C. Luraschi, ediciones Atlantica, - y proximamente publicado: "Le Château d'Ilbarritz ou l'architecture du progrès" de Jean-Loup Ménochet.
Me han encantado las fotografías del Castillo de Ilbarritz, y el magnífico trabajo expuesto. La verdad es que está muy trabajado. Fuimos a pasar unos días a Biarritz, y elegimos un hotel precioso con vistas al mar, visitamos también el Hotel du Palais, que os lo recomendamos si vais a Biarritz.
Nosotros nos alojamos desde uno que se veía el Castillo de Ilbarritz, lo que nos sorprendió fue ver luz , cuando nos dijeron que estaba abandonado, y que era inaccesible... Después investigando un poco, pudimos saber que recientemente ha sido comprado, y que en él han realizado alguna fiesta... La verdad es que nos quedamos con muchas ganas de poder visitarlo.
Hemos regresado recientemente, y urgando en internet, nos hemos topado con esta magnífica web. Y por supuesto, que decir que en cuanto he visto las fotografías, me he puesto ha escuchar adaptaciones para órgano de Richard Wagner, que es lo que tocaba el Barón de L'Espee, en los atardeceres con las ventanas de su castillo abiertas, fusionando el sonido del mar, con la precisión de sus notas.
Gracias por realizar estas fotografías y quitarnos el gusanillo, de lo que albergaba en su interior el Castillo de Ilbarritz.
es una maravilla en todos los sentidos, por la construccion. por la historia. por la imaginacion ke derrocho el baron, por las innovaciones ke hizo. una pena su historia posterior y ke el baron le abandonara. asi todo sigue teniendo una imagen impresionante, para mi nada fantasmagorica. me encanta ir a bidar, a ilbarritz y kedarme alli imaginando la vida del baron ke no debia ser tan terrible como dicen cuando tuvo tan inmensa sensibilidad para crearlo como lo hizo. me encanta , es uno de los sitios ke junto con la bahia de urdaibai es de lo mejor ke he visto. me encantaria subir a sus torres porke imagino ke desde alli precisamente debe verse hasta la costa de bizkaia. un lugar increible en una bahia ke el mismo baron decia ke la bahia de napoles se kedaba en nada. las tres coronas. el jaizkibel, la bahia de txingudi etc etc. bravo por el buen gusto del baron
Hola! Es un castillo que ejerce una atracción magnética hacia mí! Ya desde que estuve viviendo en Biarritz por trabajo, me fascina! Me encantaría estar en su interior algún día a mí también! Ojalá!
cuando llega la noche y duermes en Ilbarritz , es una delicia contemplar el castillo del Baron , me paso horas mirando el balcón corrido del edificio ,en invierno es bellisimo, cuando llega el otoño es nostalgico, en verano es alegre, en primavera es la vida, en fin que el Barón sin proponerselo me ha dejado un legado que siempre le estaré agradecida.
excelente. No conocia la existencia de este lugar..., es increible ojala pueda visitarlo algun dia Saludos...
Jamas habia escuchado de este castillo y la investigacion me parece maravillosa, lastima que no incluyeron una foto del Barón seria interesante conocer a tan excentrico, misterioso y extraordinario personaje ojalá publiquen mas fotos del castillo. VIVA MEXICO!!!!
HOLA , ES UN CASTILLO, QUE CADA VEZ QUE VOY A BIARRITZ ME QUEDO MIRANDOLO, ME GUSTARIA ENTRAR AL INTERIOR, LA PENA ES EL SAQUEO QUE HA TENIDO, ESPERO QUE SE PUEDA ENTRAR ALGUN DIA PARA VERLO UN SALUDO
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